El tratamiento anticelulítico está diseñado para mejorar la apariencia de la piel, reduciendo la apariencia de la celulitis y promoviendo una mayor firmeza y suavidad. Actúa estimulando la circulación sanguínea, favoreciendo la eliminación de toxinas y mejorando la elasticidad de la piel.
Con el uso regular de estos tratamientos, se puede lograr una piel más tersa, uniforme y tonificada, ayudando a reducir la acumulación de grasa localizada y a suavizar las áreas afectadas por la celulitis.